- Fui yo… fui yo quien lo hizo… - su susurro se perdió antes de alcanzar sus labios.
Las cenizas crujían vagamente contra sus botas, los ojos le brillaban, abandonados, perdidos entre los rescoldos de las llamas…
Y olvidó. Olvidó lo que hizo, lo que pasó y como pasó. Lo olvidó todo.
En el futuro solo recordaría un cálido abrazo, el olor a quemado entrelazándose con su cabello… y el sutil parpadeo de las luciérnagas cobijadas en su mirada.
todo lo conviertes en algo mágico...
ResponderEliminarse quedó con el recuerdo mas imborrable,sin duda alguna.
ResponderEliminarmuy poético y bello.
un beso.
Alucinante
ResponderEliminaren realidad no es nada del otro mundo... =P
ResponderEliminarno tengo tiempo para dar a estos personajes su historia... pero algún día tomarán forma =)
mientras tanto... solo podrán existir estos pequeños momentos ;)
muchas gracias! =)
PD: Cin, tu si que eres mágica... =) // Jud, tu si que eres alucinante xDD =)
pero si los pequeños momentos son los mejores. :)
ResponderEliminarjajaja!! ^^
ResponderEliminarEsto me ha recordado a Indonesia (si no me equivoco). Ayer vi las imágenes, y a causa de la erupción de un volcán, todo había quedado sepultado por polvo, ceniza y restos calcinados (de todo, también personas). Horrible.
ResponderEliminarEscribe algo alegre para la próxima vez :)
Una entrada escalofriante, siempre me dejas anonadado.
ResponderEliminarhttp://idiliomental.blogspot.com
gussssstame!
ResponderEliminarno hay nada alegre sobre lo que escribir xD
ResponderEliminarporque las cosas alegres se viven, no se escriben.. :)
ResponderEliminarjajaja! =)
ResponderEliminarTriste y bonito. Pero me gusta ;)
ResponderEliminarAh, y me encanta como usas las comparaciones, porque, además, me recuerda a mis "hipermetaforizados" relatos ^^ jeje