2 de julio de 2011

Traición (II).

Emergió entre las sombras del desfiladero como un Conquistador de la Noche, un Explorador del Día. Pese al calor con el que el astro rey atormentaba a todos los habitantes del desierto, vestía una gruesa capa negra, una capucha desgastada ocultándole los ojos. Quizá no le protegiera del calor, pero era su más firme defensa contra el frío que de él mismo emanaba.
Al principio no fue más que una sombra, un espejismo nacido por la falta de agua, por el exceso de sol. Jared se frotó los ojos, el sudor que caía por su frente le escocía las pupilas con su tacto salado.
- Cyril, creo que le hemos encontrado. O mejor dicho, él nos ha encontrado a nosotros.
El sonido de la espada de su escudero hendió el silencio lentamente, con retardo. Pareciera que todo sucediera demasiado despacio, que hasta el tiempo se hubiera dormido con el sopor del mediodía.
- Ten cuidado. Su apariencia engaña – desenvainó su propia arma y plantó los pies en la arena, con toda la firmeza que pudo reunir. – Estate preparado para cualquier cosa, no conocemos el límite de su mente.
Podía estar preparado para cualquier cosa menos para lo que en realidad sucedió. En apenas unas milésimas de segundo atravesó la distancia que los separaba, extrajo de su espalda un estilete fino como hilo de coser y lanzó el ataque sin mediar palabra.
Cyril perdió el arma con el primer mandoble, cayó al suelo con la primera finta, murió con la primera estocada.
Jared asistía atónito a la muerte de su joven escudero sin que pudiera hacer nada. La velocidad de movimientos de aquel ser iba más allá de toda lógica. Supo que él también iba a morir.
- Cyril…
- Tranquilo. No está muerto. Al menos no todavía. – pese a que la voz del encapuchado no era más que un susurro, Jared podía oírla a la perfección. – Hola, Jared.
No daba crédito a lo que estaba oyendo. Le saludaba. Como si fueran amigos de toda la vida, como si se conocieran. ¿Un asesino educado? Desconfió de inmediato.
- No me hables como si me conocieras. – alzó unos milímetros más la espada, interponiéndola entre ambos.
- Pero Jared, si es que… te conozco
Le miró con más atención entonces, pero no logró sacar nada en claro. ¿De qué estaba hablando?
- Mentiroso. No me conoces. ¿Cómo me has encontrado? ¿Por qué mataste a mi padre? – la ira que había ido cociéndose a fuego lento en su interior empezaba a descontrolarse al tener tan cerca al causante de todos sus males, al creador de sus pesadillas.
- No es muy prudente llamar mentiroso a alguien que puede matarte en menos tiempo del que se tarda en suspirar, Jared.
- ¡A la mierda con la prudencia! ¿Cómo me has encontrado? No lo repetiré una vez más. – Posando el filo del acero junto a su capucha, amagó con echarla hacia atrás, pero no lo hizo.
- No te he encontrado porque no estabas perdido. Pero digamos que tu amiguita me ayudó un poco. Estaba más triste, pensaba que te había traicionado…
- Anabel… cómo le hayas hecho algo, sucia víbora, puedes darte por muerto en este mismo instante.
Con un golpe de la espada la capucha voló hacia atrás, revelando su rostro. Jared lamentó al momento haberlo hecho. Su cabello era de plata, atado en la nuca por una esbelta trenza. De rasgos afilados, perfectamente cincelados por algún escultor, sus dientes asomaron detrás de sus labios sin color, pero él no lo vio. Tenía la mirada hechizada por sus ojos, unos ojos de acero, el iris argénteo culminado por una pupila vertical.
- Qué demonios eres…
- Soy tú.

10 comentarios:

  1. Hola! Gracias por pasar, ahora no tengo tiempo para leer pero volveré! A mi también me pareció mal que se midiera por amigos :) Parece que nos llevaremos bien

    ResponderEliminar
  2. Dios dios dios, he de usar mi palabra favorita
    APOTEÓSICO
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Estas historias tuyas son realmente entretenidas. Me ha hecho mucha gracia cuando ha soltado lo de "Mentiroso"
    Un saludo! :)

    ResponderEliminar
  4. Au... Un clon? Una presencia demoniaca de su ser? O tal vez un simple gemelo malo como aquel de Bart Simpson? XDDD

    ResponderEliminar
  5. Todo lo que escribes es increíble, de verdad. Encontré tu blog por casualidad y mira, ahora me entretengo por las noches leyendo un poco hahahaha. Genial y entretenido :)
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  6. Madre mía con el asesino. Qué extraño se vuelve el asunto, y qué aspecto tan llamativo. ¿Va a matarse a sí mismo? Lo sabremos en la continuación jeje :)
    Pobre Cyril... ¿qué culpa tendría él? Si te digo la verdad, tu escrito me hace recordar a The host, quizás un poco por el tema, pero sobre todo porque tu personaje se llama Jared como uno de los principales de ese libro.
    Un beso :)

    ResponderEliminar
  7. Gracias por la versión móvil, te menciono en mi simplona actualización de ayer ^^
    Y no es por peloteo que te digo que quiero un pequeño fragmento del no-clon rapiditooo xDDDDD

    ResponderEliminar
  8. Lo he visto! Que mona!! :D
    Pf, va a tardar porque últimamente no tengo ni demasiado tiempo ni demasiadas ganas de actualizar...
    xDDD
    Se agradece tu paso por aquí! =P

    ResponderEliminar
  9. Marco! cómo ha cambiado esto!
    Hacia mucho que no me pasaba por aquí ^^
    Peor me gusta el cambio, no sé por qué pero creo que vas en la buena dirección =P

    Un abrazo!

    ResponderEliminar

El reflejo de tu alma...