27 de abril de 2010

Deslumbrado.


A veces... a veces hay momentos en los que aunque sol brille en el cielo con fuerza, tu alma no comparte ese brillo. Puede ser por muchas causas. Puede que se haya fundido... pero eso no suele ocurrir... son muy resistentes. Lo más seguro es que, de nuevo, se haya estropeado algún cable... y el interruptor, no funcione.

Apagada. Apagado.
En esos momentos no tienes luz. Has de moverte a oscuras.
Y la oscuridad... aunque bonita, no te deja ver nada. En esos momentos... dependes en gran medida de las fuentes, de las cosas externas. No son cosas complicadas, ni difíciles de conseguir... de hecho cuestan menos que llamar a un electricista... de hecho.
De hecho, no suelen costar nada.
Una mirada, una sonrisa, unas palabras, un abrazo... eso basta. Eso basta para iluminar cualquier habitación apagada.

Hoy... hoy es de esos momentos. Te apetece escuchar que todo va a salir bien, que no debes tener miedo de nada... que puedes alcanzar las estrellas, si eso es lo que quieres.
Si eso va unido a un abrazo enorme... hay tanta luz que vives deslumbrado varios días.

Hoy es de esos momentos:
yo soy de los que se conforman con poco... una sonrisa basta...
... pero nunca está de más el sentirse deslumbrado.

*

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