Otra vez. Siempre la pasaba lo mismo. Siempre. Harta de equivocarse, de fallar, decidió irse a la cama. Necesitaba la protección del sueño, huir, sentirse segura en un mundo que no existe, porque solo en los sueños… se puede ser completamente feliz.
Corrió descalza por su pequeño hogar y se zambulló bajo las mantas. Solo tuvo que esperar unos segundos para que sucediera. En menos de un minuto, ya estaba llorando. Lagrimas de amargura, quiso lavar su alma con ellas, quiso borrar, quiso desaparecer.
En silencio. Ni un solo sonido escapó de sus labios. Nadie debía enterarse de que lloraba, de que era débil… tan vulnerable. Si alguien se enterara no podría volver a sentirse segura jamás.
Aquella noche, sola bajo las mantas, por fin lo había conseguido. Después de tanto tiempo… por fin era capaz de llorar en silencio.
Oh oh...
ResponderEliminarHablabamos de sentirse identificado?
Creo que me entiendes...
Es muy difícil llorar en silencio, sólo digo eso.
:)
Definitivamente... tu y yo...
ResponderEliminartenemos el mismo problema =S
muy difícil...
Que puedo decir que no se haya dicho ya, llorar en silencio es tremendamente difícil
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