15 de agosto de 2011

A Medianoche.


- Cannighan quiere ejecutarte.
Al otro lado de los barrotes de hierro, el hombre levanta la cabeza. Vestido con una mugrienta túnica gris, se pasa la mano cubierta de arrugas por la cabeza rasurada, clava sus ojos azul claro en los de la mujer que le habla.
- No es justo y lo sabes – no necesitó alzar la voz para ser oído. Únicamente el incesable deslizar de las gotas por las paredes y el olor a sudor y podredumbre les acompañaba. – Voy a morir porque tengo razón, porque debo ser acallado.
El sacerdote clava sus ojos de hielo en su interlocutora. Escarba en su rostro inexpresivo, buscando alguna pista de sus pensamientos, sin conseguirlo.
- ¿Por qué has bajado a ver a un preso, mi Reina?
Había estado temiendo esa pregunta, y es que no estaba segura de poder responderla.
- Sé que no es justo. Sé que ejecutarte por tus creencias no es ético, ya que no es ningún delito. Las leyes no deberían ser válidas en el campo de los pensamientos, pero no puedo hacer nada. Eres considerado como un Traidor a la Fe, según Cannighan. No puedo hacer nada.
- ¿Por qué has bajado a verme, mi Reina? – insistió con un atisbo de sonrisa en los labios. No tenía miedo a morir, tan solo le molestaba la ausencia de razones, la escasez de respuestas ante su gran cantidad de preguntas. Le molestaba morir sin haber encontrado esas respuestas.
- Eres tenaz. Vi como me mirabas durante el juicio. ¿Qué esperabas, que mediara entre el mismísimo Portador de la Llave y un simple sacerdote? Como mujer no se me haría ningún caso, soy una mera formalidad… y el rey en funciones no está de tu parte, me temo.
- Entonces no piensas ayudarme, ¿estoy en lo cierto? Moriré como un perro infestado por el virus del libre pensamiento. – endureció de nuevo el gesto, ya que la ira que sentía escapaba poco a poco de su control. La Reina se mordió el labio.
No estaba segura de que era lo que provocaba en ella aquel sacerdote traidor, pero sentía que no podía dejarlo morir. La claridad de sus ojos reflejaba un temor, una injusticia…
- Tal vez haya una manera. Quizás, si fingieras un ataque o – dudó – si explicaras que esa noche te pasaste con el vino, quizá…
El sacerdote, llamado Jacob, se levantó del suelo infestado de ratas y se acercó a las barras de acero que le encarcelaban, privándole de la libertad. Agarró a la Reina del brazo antes de que pudiera recular.
- ¿Me pides que mienta? ¿Me pides que en vez de traicionar a una fe falsa y egoísta, me traicione a mi mismo? No puedes estar hablando en serio, me niego a creer que detrás de ese rostro tan bello pueda brillar una estrella tan apagada. Moriré por lo que creo, mi Reina, pero gracias por bajar a verme. Me has recordado la mierda de mundo en el que vivimos.
A través de los bucles rubios y resplandecientes de la mujer, Jacob pudo ver que lloraba. Comprobó entonces la presión a la que era sometida, obligándola a quedarse siempre en segundo plano. Supo que solo intentaba ayudarle y la rabia que sentía disminuyó un poco. Pese a ello, no la soltó el brazo.
- Antes de que te vayas, durante el juicio no te miraba buscando ayuda. No pretendía que me salvaras la vida, que te jugaras el cuello por alguien a quien no conoces de nada.
- ¿Entonces? – musitó. Tenía el ceño levemente fruncido. No sabía adónde quería ir a parar.
- Te miraba porque… – hizo una pausa, más serio de lo normal – porque tienes unos ojos preciosos, mi Reina.
Sus palabras, que apenas hicieron vibrar el silencio de la celda, fueron acompañadas de un fuerte tirón. Jacob la acercó aún más a las rejas y por sorpresa, fundió sus labios con los suyos.
Fueron apenas unos segundos. La mujer retomó el control de nuevo y se apartó, con un empellón. La tez sonrojada, la ira encrespándola el cabello, le miró un momento antes de darse la vuelta y desaparecer, escaleras arriba.
» A Medianoche – alcanzó a oír un sonriente Jacob antes de que un portazo volvieran a separarse el cielo y el infierno.

12 comentarios:

  1. Oh, oh, ¡OH! Esto es lo que me gusta a mí... ¡AMOR PROHIBIDO! OMG!!! Me has pillado en un estado de completo arrebato emocional!! Se me va a salir el corazón del pecho con este corto, pero intenso, fragmentillo *o* ¡Qué dialéctica más apropiada para un hombre de inquietudes trascendentales! ¡Y qué dominio del léxico! Me derritoooo!!!

    Quizás te suene exagerado (y lo es), pero no me puedo expresar de una forma menos alocada, hace un calor que me muero y mis neuronas funcionan al mínimo :3 Eres uno de mis "blogueros" favoritos. *Sí, sí*

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  2. Oye, qué bonito, Marco :) Va a ser que al final la Reina tenía muchos motivos para bajar a verle. Y me gusta que a pesar de todo, quiera decir la verdad. La gente tiende a mentir mucho, y en situaciones como esta, sería importante para intentar salvar la vida. Me ha gustado que le dijera lo de sus ojos, jeje. Lástima que en aquella época una mujer apenas tuviera fuerza ni palabra. El mundo ha sido muy injusto y desigual en muchas ocasiones, demasiadas... Gran escrito =) Un beso

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. "- ¿Me pides que mienta? ¿Me pides que en vez de traicionar a una fe falsa y egoísta, me traicione a mi mismo? "


    Me ha gustado mucho, como todo lo que llevas escribiendo de un tiempo para acá.

    ¡Un saludo amigo mío!

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  5. La que ahora viene a darte un abrazo soy yo :) Tú tienes la poesía en los dedos, porque todo lo que escribes es afjlfjldsfsklgkds :D

    Con cada frase me haces vibrar, me emocionas, me haces sentir. Hay varias frases que yo enmarcaría, porque lo valen, pero la que más (más, más, más) me gusta es:

    "Moriré como un perro infestado por el virus del libre pensamiento."

    Marcodefotos es en realidad un Marcodeventana, porque me haces mirar el mundo entre tus líneas :)

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  6. Ves como cuando te digo que estás subiendo el listón y conquistando el arte de las palabras no me equivoco? XD
    Echo de menos alguna conversación surrealista de tuentichat pero estoy sin tuenti GRRR

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  7. escribes increíblemente bien la narrativa (envidia total, pero de la sana) *.*

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  8. Muchas gracias, jo! Me voy a sonrojar! =P=P

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  9. Desde luego hay momentos en los que las religiones han echado más peste que en otros, y este fragmento que has escrito me recuerda mucho a uno de esos momentos...

    p.d. ¿Ves? He sacado un minuto de mi apretada agenda, dejando planes y planes atrás para pasarme por aquí... Anda que no tendrás queja ehhh ^^ jajaja

    Un besote!

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  10. Me impresionó! Me encantó esta mezcla entre los principios, la verdad, las creencias, el amor y la mezcla de sentimientos entre uno y otro.
    Genial. Te dejo un beso. Gracias por regalarnos esto tan bello.
    Besos, besos..

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  11. http://pilarviso.blogspot.com/
    te sigo me a gustado mucho :)
    pasaate por el mio http://pilarviso.blogspot.com/

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  12. Esto es genial *_* donde ha estado tu blog todo este tiempo?
    me encanto, te sigo :)

    besos

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