23 de octubre de 2011

El Aprendiz.

- Trevis y Elfond estaban en la Torre Vieja cuando ocurrió, señor.
La voz de Gregor, de pie a tan solo un par de metros, le llegaba ahogada, como si se hallara detrás de una gran cascada. Abrió y cerró las manos, le dio la espalda. Jared no terminaba de creer que volviera a estar tan solo como al principio. Trató de serenarse, se mesó el cabello y moduló su voz para arrebatarla el matiz desesperado.
- Repíteme lo que te dijeron, palabra por palabra. – Los sonidos le salían roncos del fondo de su garganta – No te dejes nada.
Gregor estrechó los ojos. Estaba agotado, tanto física como mentalmente. Su casaca de cuero había perdido el color bajo las innumerables manchas de sangre y barro. Se obligó a sí mismo a repetirle la historia. Debía cumplir con sus deberes de escudero.
- Se encontraban en las almenas del norte. Habían perdido a Elyn y a Ciric. El Viejo se separó de los demás nada más llegar. El resto debían cubrirle la retirada pero… ya sabes cómo es Trevor.
Si, lo sabía. Su concepto de la prudencia y la seguridad rayaba a veces la cobardía y el deshonor. Pero el Viejo Lobo confiaba en él, para frustración de un Jared que hubiera prescindido de sus servicios desde el principio. Bufó.
- Se echó atrás, ¿verdad? Maldita sea, mira que se lo dije, le avisé que no era el hombre adecuado. Tú estabas delante, Gregor, ¿se lo avisé o no?
- Sí, señor. Pero la fe del Viejo en los Trece era inquebrantable. Confió en ellos hasta el final… - musitó.
- Cuidado con lo que dices. Ese final aun no ha llegado. – Siseó - ¿Qué pasó después?
» Elfond le hizo entrar en razón. Se disponían a descender de las almenas cuando un fogonazo en la Vieja Torre les llamó la atención. Dijeron que fue como si una estrella hubiera caído del cielo, llenándolo todo de luz y fuego. Y allí, recortada contra el abismo, la sombra del Viejo con el acero en las manos. La capa ondeaba tras él. Luchaba con alguien, pero no llegaron a verlo.
El brillo era demasiado intenso, por lo que tuvieron que bajar la vista… cuando volvieron a mirar allí no había nadie. Una figura oscura caía desde la cumbre.
- Pudo ser aquel contra el que luchaba, Gregor. ¿Por qué no pudo ser él?
El escudero se mordió el labio. El dolor lacerante del hombro derecho le hacía sacudirse con espasmos. Tenía fiebre, lo sabía.
- Elfond distinguió a Azul en la mano derecha del hombre. La capa de piel negra le rodeaba como una mortaja mientras caía… aprendiz, debemos aceptarlo. El Viejo Lobo nos ha dejado.
- Puedes retirarte, Gregor. Que Rur eche un vistazo a tus heridas, mañana a primera hora nos podremos en marcha.
- Pero…
- ¿Osas rebatir mis órdenes, escudero? – portaba los nervios a flor de piel, como un manto de fuego incandescente, como el mismo fuego que le había arrebatado a su Maestro.
- No, señor.  
Cojeando, Gregor se alejó de vuelta al centro del campamento. Pronto dejó también de incordiar los pensamientos del joven. Se frotó el rostro, manchado de suciedad. Lanzó los guanteletes lejos de él. No podía ser cierto.
Le era imposible pensar en el hecho de que volvía estar igual de solo que al principio. Lejos del único hogar que en su vida conociera, rodeado de hombres mayores que él pero, a la vista quedaba, igual de inútiles. No podía ser cierto.
- Sé lo que estás pensando, Jared, y debes olvidarlo. No vas a volver a casa.
El muchacho se giró sorprendido, la rabia y la furia que sentía le habían aislado del entorno. A unos pasos de distancia, Ellie sondeaba su rostro atentamente. Ella no. En aquellos momentos no tenía el valor para enfrentarse a la enigmática mujer.
- ¿Qué me lo va a impedir? – puede que si se mostraba lo suficientemente agresivo se fuera y le dejara en paz - No he firmado nada, no he jurado lealtad a nadie salvo a un muerto. Y los muertos no volverán a echarme en cara mi huida. La última persona que me incentivaba a luchar se precipitó desde una torre hace unas horas.
Ellie suspiró. Su melena rubia desgreñada se deslizó como un velo, ocultando sus ojos azul claro a la vista del mundo, a la vista de Jared.
- Ya no eres un niño, aprendiz. El Viejo Lobo te eligió a ti por algo, tienes un deber para con nosotros, para con los Trece. La Fundación Azul ha perdido esta noche a uno de sus estandartes, alguien ha de entrar para sustituirle, alguien que esté a la altura. Sospecho que el Viejo Lobo querría que ese alguien fueras tú, Jared.
- Yo… claro, yo. – alzó la cabeza con resolución. Pintó con palabras los pensamientos que le habían estado acosando desde el comienzo - El maestro confiaba en mí pero, ¿acaso se me preguntó qué es lo que quería yo? ¿Si quiero estar aquí, soportar esta responsabilidad? Nadie me ha pedido mi opinión, tan solo se ha jugado conmigo, se me ha llevado de aquí para allá – la voz no era más que un susurro, pero destilaba una ira contenida que parecía inverosímil para un muchacho tan joven – sin darme explicaciones, sin… sin…
La mujer rubia no dijo nada, únicamente se acercó y le abrazó con fuerza. El olor a caballo y a cuero viejo le supo en ese instante reconfortante. El viento sopló sobre las copas de los árboles, arrastrando las conversaciones que tenían lugar a la luz de la hoguera, dentro del bosque.
- Él confiaba en ti. Yo confío en ti. Lucha por él, aprendiz, por ti, por mí, por el resto de nosotros. Demuestra al mundo que el Viejo Lobo no se equivocó contigo, demuéstrale que, esté donde esté, puede estar orgulloso de ti. 

4 comentarios:

  1. (Bien, repito lo que te había puesto antes, que Blogger ha sido tan majoso de borrármelo....)

    Vamos por partes. Lo primero primerísimo, me gusta. Tanto, que te voy a hacer una pequeña crítica (así a golpe de vista y solo por esto)

    La manera de narrar es bastante interesante. A pesar de no conocer nada de antemano, entrando al tema así de golpe y porrazo, se entiende bastante bien, poniendote en un contexto bastante estable para el número de palabras.
    Ahora, hay algo en la manera de puntuar que es extraño. Aún no sé lo que es (tendría que leerme este extracto un par de veces para llegar con exactitud), pero algo, hay

    Segundo, las descripciones. Entiendo que es por la ambientación/temática del escrito, pero cuidado con los "palabros" (como lo del pelo "desgreñado", por ejemplo) que usas. Puede hacer que la descripción sea demasiado pesada y puede que hasta pedante. Recuerda que a veces, menos es más.

    Y no hay mucho más que sacarte. Que conste en acta que esta crítica te la hago para que mejores, no para molestar ni nada por el estilo. Pero tranquilo, a todos nos sientan mal de cuando en cuando (XD)

    ¡Un beso y a ver si me pongo al día! :D

    ResponderEliminar
  2. Es Apoteósico, tienes que participar en el concurso que organizo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Es la primera vez que entro en tu blog...sinceramente, me ha encantado. Sigue escribiendo, aquí tienes una lectora fiel ;)
    Mis relatos tienen un matiz bastante diferente pero tal vez puedes encontrar algo que te guste
    http://pincelesdepapel.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  4. Sabes a qué me sabe tu blog? A una serie que se está haciendo muy conocida: Juego de Tronos. Te la recomiendo, estoy segura de que te gustará ;)
    Esperemos que Jared demuestre que el Viejo Lobo no se equivocó :)

    ResponderEliminar

El reflejo de tu alma...