Ahora te pareceré un recuerdo lejano, lo cual creo que es buena señal. Habrá pasado mucho tiempo y yo no te habré visto crecer, ni llorar, ni reír, ni gritar... y no habré podido regañarte.
Pero, por favor, debes saber que he estado a tu lado, contigo, en todo momento; y que siempre lo estaré.
Estoy orgullosa de haberte conocido, orgullosa de que hayas sido mío.
No dejes de ser tú mismo. Siempre te querré.
Mamá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
El reflejo de tu alma...