10 de febrero de 2012

¿Quieres ser leyenda?

La culpa, como un martillo de hierro, caía una y otra vez sobre su conciencia, moldeándola a su antojo.
- Hemos vuelto a llegar demasiado tarde.
La voz de Robin le llegaba ahogada por el crepitar del gran fuego que devoraba el palmeral. Haciendo avanzar a Terrón por entre cadáveres chamuscados, poco más ya que huesos requemados, Jared llegó al epicentro de la desolación. El enorme lago de agua dulce que dominaba el oasis estaba próximo a la ebullición, pero el muchacho no sentía el calor.
- No ha sido culpa tuya. - Robin puso a Moteado frente a él, obligándole a mirarla a los ojos,  esos ojos azul zafiro que tanto contrastaban con su cabello pelirrojo. – No tiene sentido que te hagas más daño. Continuaremos, que el fuego siga ardiendo con tanta intensidad significa que no están muy lejos. Les alcanzaremos y…
- ¿Y qué?
El susurro contenido no le dijo tanto como su mirada. Una mirada derrotada, afilada como la espada que llevaba atada a la silla de montar. La vaina verde esmeralda, hecha de la rara tela ignifuga de Alaes Quirog, era lo único que le recordaba que antes de aquella vida había vivido otra. Otra en las que la muerte no había sido su fiel compañera de viaje.
- Y evitaremos que causen más daño. He visto las pisadas, se dirigen hacia Mil Estatuas…
- ¿De verdad has visto sus pisadas, Robin? Entonces eres tan consciente como yo de que el fin  se acerca.
Era verdad. Le dolía admitirlo pero empezaba a costarle ver otra salida. Y es que las huellas delataban que aquella expedición estaba formada por cientos de jinetes. Ellos apenas representaban medio centenar. Medio centenar de hombres destinados a estar en la sombra, no a luchar a cielo abierto.
- Vamos, Terrón.
Con una sacudida, el brioso corcel giró y puso rumbo fuera de aquel infierno. Suavemente, Jared limpió sus pestañas de la gris ceniza que empezaba a apoderarse del mundo mientras, en su cabeza, no dejaba de sonar la pregunta que lo había provocado todo.
« ¿Quieres ser leyenda?»

2 comentarios:

  1. Marco, como siempre, me gusta :) Lástima que últimamente no haya podido leer tus entradas... ni las de nadie u.u Pero bueno... ahora he terminado los exámenes, como te imaginarás porque irán a la par que los tuyos, y ya estoy de regreso por aquí. Espero que estés bien :) Un beso

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