24 de marzo de 2012

Extrañas amistades.

El hollín del antiguo laboratorio de alquimia persistía en las paredes del taller desde hacía décadas. Aquel incendio apenas era recordado ya por los habitantes de los suburbios, pero las manchas y los cascotes del muro que daban al sur seguían en el mismo lugar. El muchacho se sentía de una manera parecida, era la mancha, la ruina que, pasase el tiempo que pasase, seguía habitando el mundo. Y es que el, como le ocurría a la mayoría de las personas, tenía especial afinidad en recordar las malas vivencias antes que las buenas.
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí, Dust?
Jared había encontrado al niño cobijado en un manto de paja bajo unas de las escasas mesas que se mantenían en pie en aquel lugar ajado. No le había arrancado una sola palabra. Ya se mostrara amable y distendido o colérico y frustrado, el niño no decía ni palabra. Solo gestos y más gestos.
- ¿Dos? ¿Dos qué? ¿Semanas, meses… años?
Silencio. Solo el rumor del viento entre las tejas sueltas.
- En realidad no me importa, ¿sabes? Porque me voy. El otoño se acerca y las corrientes en este lugar son demasiado numerosas. La lluvia entrará por mil sitios, lo más seguro es que este sótano acabe inundado…
Al silencio le acompañaba ahora la oscuridad. El sol se ponía sobre los tejados de la ciudad y la luz menguaba rápidamente. Pronto el frio se apoderaría de la estancia, y Jared esperaba estar lejos de allí cuando eso ocurriera.
- Solo he vuelto para avisarte. Buena suerte, chico.
Colgándose el cuchillo oxidado que había podido robar al carnicero y que consistía en su única defensa frente al mundo, se dio la vuelta y…
- Todo el mundo se va, siempre. Primero fueron mis padres, luego mis hermanos, luego… - tosió, interrumpiéndose – no importa. Todo el mundo acaba separándose de ti. Llegará el momento en el que también se cansen de ti y se alejen, aburridos.
La voz del muchacho, pese a que debía sonar rota por el desuso, estaba perfectamente modulada. Tampoco expresaba la edad que Jared supusiera al principio.
- Tú no eres distinto. El mundo se aburrirá de ti también, tarde o temprano. Conozco un lugar que no se inundará en otoño, si quieres…
Saliendo de debajo de la mesa, el niño de pelo rubio roído y ropa de cuero viejo se internó en la sombras, con una forma más alta pero no menos difusa a pocos pasos de él. 
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Ya sé que es un churro, pero es que la idea que quiero plasmar es difícil de contextualizar... o bueno, puede que no lo sea pero entre que yo no estoy muy imaginativo y que soy yo... (xDD) pues nada, así se queda. No obstante, seguiré pensando a ver si encuentro la manera de expresarlo mejor u.u Y ale, ya dejo de hablar solo, si hay algún lector ahí que lo dudo... gracias :) 

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