- Tendrás que matar,
tendrás que morir, tendrás que dejar de ser quien eres. Perderás el rumbo, pues
todo aquello que conoces, o que crees conocer, dejará de tener sentido para ti.
Todas aquellas acciones que nunca tuviste el valor de emprender serán ahora tus
únicas opciones de seguir adelante. Vendido, olvidado, serás traicionado no
una, ni dos, miles de veces. Volverás a caer, porque los reductos de tu antigua
naturaleza siguen ahí, esperando el momento adecuado para salir a flote.
» ¿Qué me tienes a mí? –
Pese a que no abrió la boca, vio su pregunta en los ojos - Esa ingenuidad también
será pronto evaporada por el fuego de la vida, porque yo estaré aquí, si, salvo
en ese preciso momento en el que todo estalle y necesites alguien a tu lado. En
ese instante te abandonaré; y solo tú, frente a frente con la locura, habrás de
decidir si sigues adelante o dejas que tu sufrimiento acabe por fin.
Esas dudas que te corroen
son buena señal, significa que estás dispuesto a perderlo todo, a perderte a ti
mismo, por conseguir tu objetivo. Y eso es bueno, eso justo lo que espero de
ti, que nada te pare, que nada te impida lograr lo que ansíes.
- ¿Obtendré la información
que necesito?
- Más que eso. Te
convertirás en las respuestas a todas tus preguntas, porque ahora estas solo,
muchacho, pero cuando esto acabe al menos… al menos te tendrás a ti mismo.
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El reflejo de tu alma...